jueves, 13 de agosto de 2009

Africanismo


En los últimos tres años el pop independiente está viviendo una pequeña sacudida con la aparición y, lo que es más llamativo, el éxito de bandas en cuyas canciones hay una explícita influencia de la música africana. Lo más chocante es que esto sucedió de forma más o menos paralela y en bandas estilísticamente muy distintas: M.I.A. en su segundo álbum, ‘Kala’, invitaba a varios semi-desconocidos artistas de origen africano; Vampire Weekend supieron trasladar magníficamente el típico sonido de guitarras del soukous ghanés al terreno del pop más easy-listening, obteniendo una repercusión masiva; Abe Vigoda, de forma más discreta, adoptaron estructuras rítmicas propias del continente negro a sus sonidos noise-punk, también con excelentes resultados…

El Guincho hacía bailar a todo el mundo (literalmente) con su trance-dance-pop-tropical, desde Barcelona vía Canarias; los portugueses Buraka Som Sistema europeízan el kuduro, algo así como el reggaeton africano; Dirty Projectors, cuyo ‘Bitte Orca’ estará muy alto en casi todas las listas de discos de 2009, son unos enamorados confesos de la música del medio este africano… La lista de bandas de la escena indie mundial que presentan ecos de la cultura africana en sus canciones es poco menos que interminable: The Dodos, The Ruby Suns, Yeasayer, Akron/Family, High Places, Architecture In Helsinki, Extraperlo… Especialmente recomendado es el magnífico especial que le dedicó Pablo Gil a este tema en el número 267 de Rockdelux.

A finales del pasado año Pitchfork (que los descubrió gracias al blog My Old Kentucky Blog) sorprendió sacándose de la manga e incluyendo en su lista de lo mejor del año 2008 el ‘Mixtape’ de The Very Best. Se trataba de la unión de Essau Mwamwaya, un cantante de afro-pop de Malawi residente en Londres, con los productores británicos Radioclit. En el mencionado ‘Mixtape’, aún disponible para descarga gratuita en su Myspace, el dúo de DJs creaba bases a partir de temas propios y mezclas de conocidos temas de M.I.A., Architecture In Helsinki, Vampire Weekend o The Beatles (vía Ruby Suns) para que Essau demostrara su pericia al micro cantando en su idioma natal. El resultado es en verdad divertido y de digestión inmediata y satisfactoria, gracias a la inclusión tanto de guiños conocidos como de jugosas gemas a descubrir, como ese ‘Sister Betina’ de Mgarimbe.

Dicho ‘Mixtape’ contaba además con la bendición de M.I.A. y Santigold en persona, que colaboraban juntas en el tema ‘Get It Up’. El próximo 22 de septiembre Rough Trade publicará ‘Warm Heart Of Africa’, el primer álbum de estudio del grupo y su primer single, titulado como el propio disco y con la estelar participación vocal de Ezra Koenig, guitarrista y cantante de Vampire Weekend, está causando un tremendo revuelo. No en vano, se trata de un temazo de los buenos, imprescindible en cualquier fiesta este verano.

Pregunta: ¿qué sacan de esto los músicos africanos? En principio unos cuantos privilegiados, apadrinados por estrellas del pop como Damon Albarn o Chris Martin, (Amadou & Mariam, Tony Allen, Tinariwen…) se harán un buen número de bolos por el supuesto primer mundo y probablemente consigan forjar un buen número de fans dentro del circuito de la world music. Pero ¿lograrán traspasar las fronteras de ese público?
Por otro lado, hay una auténtica fiebre por la reedición de enormes fondos de catálogo de pequeños sellos locales que en los años 70 y 80 editaban vinilos de bandas autóctonas que proliferaban a rebufo del éxito del funk hipnótico de Fela Kuti. A través de innumerables (y apasionantes) reediciones y series de recopilatorios como ‘Nigeria 70′, ‘Nigeria Disco Funk Special’, ‘Vampisoul’ (producto nacional), ‘Éthiopiques’, ‘Analog Africa’ (mucha más y mejor información en el especial del número 270 de la misma Rockdelux y en los artículos de David S. Mordoh y César Estabiel en el blog Música En La Mochila) se da a conocer una música verdaderamente apasionante.
Pero ¿hasta qué punto se beneficia de ello la industria cultural africana? ¿No será solo un negocio para el avispado hombre blanco que se haya hecho con esos catálogos por cuatro perras?
¿Servirá para abrir fronteras a jóvenes músicos africanos o simplemente nutrirán de inspiración a los más avezados músicos de países desarrollados?

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